MADRID,
ACI Prensa recogió testimonios de peregrinos que participaron de la adoración eucarística en algunas de las capillas instaladas en el aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid. Una muchacha afirmó que "después del cansancio, del calor y de la lluvia, había llegado la hora de hablar con Cristo".
Zananda Montezuma, venezolana de 19 años que vive en Valencia (España), contó que "tuvimos oportunidad de rezar fuera de las capillas. Se notaba que la gente quería pasar su tiempo a solas con Cristo y estar allí, pese a que la policía nos pedía que nos retiráramos".
En el aeródromo de Cuatro Vientos se instalaron 17 capillas que originalmente iban a estar abiertas hasta la 6:00 a.m., hora a la que se iba a celebrar Misa en todas ellas. Sin embargo, las autoridades ordenaron el cierre de las mismas luego que la fuerte lluvia de la noche y los vientos hicieran que dos de ellas se desplomaran sin que afectaran a persona alguna.
"Despues del cansancio, del calor, de la lluvia, llega la hora de hablar con Cristo", dijo luego Zananda.
Por su parte, el joven español de 17 años, Tomás Gandía, resaltó que la Vigilia con el Papa y el posterior momento de adoración eucarística con él "me ha servido para darme cuenta de que si soy cristiano en mi ámbito tengo que dar la cara por Cristo, porque a veces fallamos a causa de la vergüenza o el qué diran".
El venezolano Gabriel Alcalde de 26 años, dijo a ACI Prensa que le llamó mucho la atención que en las capillas "hubo un silencio total y se veía que la gente guardaba muchísimo silencio. Había un buen recogimiento, la gente que iba ahí sabía lo que iba a hacer".