MADRID,
La hermana Almudena Ríos, de las Esclavas de Cristo Rey, vivió con especial emoción el encuentro del viernes con el Papa Benedicto XVI con religiosas de todo el mundo en El Escorial porque su vocación maduró en una JMJ. Decidió dar el paso hacia la vida consagrada durante la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Colonia (Alemania) en agosto de 2005.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, la joven de 22 años explicó que "la vocación no es un momento de golpe sino que va teniendo sus pasos. Para mí un momento importante fue la jornada de Colonia".
En ese entonces vivía en la diócesis de Málaga y tenía 17 años. "Me cuestionaba muchas cosas. Rezaba y no sentía nada. Era católica, pero me preguntaba ¿cómo puedo saber si Dios me habla si no lo siento? La Jornada supuso entonces una respuesta para mí", recordó.
Almudena, cuyo nombre se debe a la Virgen Patrona de Madrid (España), relató que en aquella ocasión se encontró con jóvenes de China y Corea con quienes hablaba en inglés sobre su vida cristiana en estos países comunistas en donde los fieles son perseguidos.
La religiosa relató que esos muchachos le contaron que arriesgaban su vida para ir a Misa. "¿Yo arriesgaría mi vida así? Uno no arriesga su vida por nada", se cuestionó.
Sus experiencias en la JMJ Colonia 2005 marcaron un hito en su vida. "Me llenaron de alegría. Cuando volví a España vi que estaba distinta, que tenía una alegría distinta, pero todavía no entendía bien por qué".