ROMA,
Con ocasión de la fiesta de los padres de la Virgen María, San Joaquín y Santa Ana, el Vicario General del Papa para el Estado del Vaticano, Cardenal Angelo Comastri, recordó que los abuelos católicos ayudan a que la familia no se convierta en un desierto.
El 26 de julio el Purpurado explicó que el ejemplo de los abuelos de Jesucristo "debe estimular a las familias de hoy a reencontrar la fuente de la alegría, de la paz, de la belleza de la familia", pues "si la familia no encuentra a Dios, si no reencuentra aquella plenitud de Dios que se respiraba en la casa de San Joaquín y Santa Ana, no podrá ofrecer nada a los hijos".
"Podemos decir que muchos hijos crecen en casas ateas, donde no se respira en absoluto la presencia de Dios. Y cuando falta Dios, falta la paz, la armonía. Cuando falta Dios, falta la fidelidad y también una precisa escala de valores", señaló.
El Cardenal Comastri, recordó que "muy a menudo, los jóvenes, más que lejanos a la fe son alejados y no acercados", y que "éste es el examen de conciencia que debemos hacer los adultos".
"Los hijos necesitan un testimonio de valores y de ideales auténticos, pero antes de nada, necesitan un testimonio de valores de Dios, que es la roca sobre la que se puede construir la vida", agregó.
Señaló además, que los abuelos "son los custodios de la continuidad, son la presencia continua del afecto. Transmiten la luz de la sabiduría de la familia, la luz de los valores de la familia, de la educación que se debe recibir en familia".