VATICANO,
El Papa Benedicto XVI expresó su pesar por el fallecimiento esta mañana, a los 96 años de edad, del Cardenal Kazimierz Świątek, Arzobispo Emérito de Minsk-Mohilev (Bielorrusia), quien sobrevivió a la prisión y a diez años de trabajos forzosos en un campo de concentración en Rusia.
El Santo Padre señala en el telegrama enviada al Obispo de Grodno y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos en Biolorrusia, Mons. Aleksander Kaszkiewicz, que tras conocer la noticia "eleva fervorosas oraciones a Dios para que conceda el reposo eterno a este celoso y generoso pastor".
El Cardenal Swiatek, que era también Administrador Apostólico en ejercicio de la diócesis de Pinsk, nació el 21 de octubre de 1914 en Walga, en el territorio de la administración apostólica de Estonia. Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1939.
Benedicto XVI señala en el telegrama que "me uno espiritualmente al pésame de las comunidades diocesanas donde ejerció con solicitud el ministerio episcopal. Recuerdo el testimonio valeroso de Cristo y su Iglesia en tiempos particularmente difíciles así como el entusiasmo prodigado para colaborar en el camino de renacimiento espiritual del país".
El diario vaticano L’Osservatore Romano (LOR) recuerda que el Cardenal escribía hace años que "puedo decir que solo por unos meses tuve una vida sacerdotal normal, sobre la que se escribe en los manuales de teología pastoral" ya que fue arrestado en 1941 y enviado a la cárcel de Brest por el supuesto delito de espionaje, en donde después de varios interrogatorios por parte de la autoridad comunista que perseguía a la Iglesia, "la condena a la pena capital parecía inevitable".
Pudo escapar en medio de la confusión creada por la invasión alemana, pero fue nuevamente arrestado el 18 de diciembre de 1944. Estuvo en la prisión de Minsk hasta 1945. Luego fue condenado a diez años de trabajos forzosos en los gulags de Siberia; primero en Mariinsk hasta 1947 y luego siete años en Vorkuta e Inta, en el círculo polar ártico.