BUDAPEST,
Steven W. Mosher, presidente del Instituto de Investigación en Población (Population Research Institute-PRI), explicó que Hungría aprobó una nueva Constitución que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo y protege la vida desde la concepción, un hecho sin precedentes y que escandalizó a la Unión Europea (UE).
Esta aprobación realizada en abril, señala el presidente de esta organización sin fines de lucro dedicada a desmontar la falacia de la sobrepoblación en el mundo, "provocó una violenta reacción de parte de los grupos a favor del aborto y activistas homosexuales en todo el orbe".
Sobre el hecho, Mosher relata que "rezando ante la tumba del gran Cardenal Mindszenty en la Catedral de Esztergom, me enteré que su amada Hungría había aprobado una nueva constitución a favor de la vida. El Cardenal, quien se refugió en la embajada de los Estados Unidos durante 16 años después de que los tanques soviéticos aplastaron la revolución húngara de 1956, hubiera estado más que orgulloso".
La nueva Constitución, recuerda la agencia argentina AICA, fue aprobada en abril de 2011 y protege el derecho a la vida desde del momento de la concepción. También defiende el matrimonio, prohíbe la eugenesia y se refiere abiertamente, en su preámbulo, al Cristianismo. Rechaza el comunismo ateo y desafía la versión del humanismo secular de Europa Occidental.
El documento también hace cambios en todos los niveles de la estructura política de Hungría, como las reformas financieras destinadas a dirigir los déficits globales del país. De acuerdo con los funcionarios húngaros, esta Constitución está diseñada para ser el paso final de la toma de distancia del estilo de gobierno comunista y declararse ex país del bloque soviético.
"Hemos participado en un momento histórico", declaró el portavoz parlamentario Laszlo Kover a Associated Press. "La nueva constitución se basa en nuestro pasado y en nuestras tradiciones, pero busca y contiene respuestas a problemas actuales mientras mira al futuro".