VATICANO,
Al Presidir este miércoles la Solemnidad de San Pedro y San Pablo en el Vaticano, durante la cual confirió el palio a 41 Arzobispos metropolitanos del mundo, el Papa Benedicto XVI
El collar de lana de cordero que se conoce como palio, “nos puede recordar ante todo el suave yugo de Cristo que se nos pone sobre los hombros. El yugo de Cristo es idéntico a su amistad. Es un yugo de amistad y, por tanto, un ‘yugo suave’, pero precisamente por eso es también un yugo que exige y que plasma”.
El Santo Padre recordó que el palio está tejido “con la lana de corderos que son bendecidos en la fiesta de santa Inés. Nos recuerda de este modo al Pastor que se ha convertido Él mismo en cordero por amor nuestro. Nos recuerda a Cristo que se ha encaminado por las montañas y los desiertos en los que su cordero, la humanidad, se había extraviado. Nos recuerda a Él, que ha tomado el cordero, la humanidad – a mí – sobre sus hombros, para llevarme de nuevo a casa”.
El Palio también recuerda que “como Pastores a su servicio, también nosotros hemos de llevar a los otros, cargándolos, por así decir, sobre nuestros hombros y llevarlos a Cristo.
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