ROMA,
En la reunión que el Papa Benedicto XVI presidió con las autoridades de la Curia Vaticana el lunes 13 de junio, el tema tratado habría sido la situación actual de los religiosos y los consagrados en el mundo.
Si bien e boletín de prensa de la Santa Sede solo dio cuenta, brevemente, de la reunión, el vaticanista italiano Andrea Tornielli explica que en la agenda de la misma estuvo "la visa consagrada y el ejercicio de la autoridad en algunos institutos religiosos y organizaciones eclesiales".
De modo particular, explica Tornielli, se trataron dos puntos. El primero tuvo que ver con la "distinción entre comunidades religiosas masculinas y femeninas: la intención sería marcar la necesidad de vidas comunitarias separadas, al contrario de lo que sucede en algunas comunidades. Al mismo tiempo, se habría subrayado la necesidad de distinguir bien la vida religiosa consagrada de la vida laical".
Además, prosigue el vaticanista, se habría discutido el hecho de que los laicos responsables de un movimiento o de una asociación no deberían ejercer una jurisdicción sobre sacerdotes o religiosos.
"Debe haber siempre un sacerdote responsable por los sacerdotes y los religiosos miembros del movimiento. Contribuciones sobre este punto estuvieron a cargo del Prefecto de la Congregación para los Obispos, Cardenal Marc Ouellet, y del Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Cardenal Stanislaw Rylko".
El segundo punto de la reunión habría tenido que ver con "el ejercicio de la autoridad de parte de los fundadores de órdenes religiosas y formas de vida consagrada".