MÉXICO D.F.,
La Arquidiócesis de México (México), protestó enérgicamente por el abuso cometido contra María Carrera Rivera, prima del Cardenal Norberto Rivera, y que fue detenida el 3 de junio por las autoridades que la confundieron con María Cabrera Rivera, una mujer acusada de comercializar marihuana.
En un comunicado difundido el domingo 12 por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), se condenó también la falta de profesionalismo de la Autoridad Investigadora que detuvo a la prima del Purpurado, a pesar que su apellido, dirección y otros documentos no coincidían con el de la verdadera inculpada, María Cabrera, en cuyo auto se encontraron días antes 59 kilos de marihuana.
El comunicado también criticó a los medios de comunicación que al día siguiente, "sin ningún escrúpulo ni ética profesional (…), dieron una noticia insidiosa y calumniosa con la clara determinación de denigrar la imagen del Sr. Cardenal, cuyos encabezados en los medios daban a entender a la opinión pública una complicidad del Sr. Cardenal con este tipo de actos ilícitos, como si el Arzobispo de México fuera responsable de la actuación de todos y cada uno de sus familiares".
El SIAME también recordó que el 5 de junio el Cardenal Rivera emitió un comunicado en el que "no negaba el parentesco, y pedía que en este y otros casos siempre se actuara conforme a derecho, sin tomar en cuenta parentescos o influencias; pero recalcaba con firmeza el principio básico de la justicia de que toda persona es inocente hasta que se le demuestre lo contrario".
Sin embargo, días después las autoridades mexicanas tuvieron que reconocer con vergüenza la injusticia cometida y dejar libre a María Carrera el 9 de junio. La Arquidiócesis advirtió que un acto de este tipo deja al ciudadano "indefenso, difamado sin que por parte de las autoridades haya una actuación que remedie un daño que de suyo es irreparable".
El presidente del Colegio de Abogados Católicos de México, Armando Martínez, también criticó a las autoridades y señaló que "cada día se hace más imprescindible arraigar en nuestro país la cultura del Principio de Presunción de Inocencia que implica el ‘Investigar para detener y no detener para Investigar’".