REDACCION CENTRAL,
El P. Ignasi Fuster, quien renunció hace pocos meses a la vicepresidencia de la junta del Patronato del Hospital Sant Celoni en Barcelona (España) porque en ese nosocomio se dispensa la píldora del día siguiente y se realizan esterilizaciones masculinas, dijo a ACI Prensa que la Iglesia debe dar testimonio de coherencia y libertad.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Fuster, párroco de la Parroquia de Sant Celoni en la diócesis de Terrassa, sufragánea del Arzobispado de Barcelona, explicó que el problema moral surgió porque "el hospital concertó con Sanidad Pública una serie de contratos de servicios, con su subvención pertinente, entrando en la red social de la Sanidad Pública. Y contrataron también estos servicios contrarios a la moral católica".
"Yo tuve claro que no podía estar al frente de una institución que realiza prácticas contrarias a la santidad del Dios de la vida. Preservé mi libertad y mi conciencia, dimitiendo de mi cargo, amparándome en la objeción de conciencia por razones ideológicas, como contempla nuestra constitución española", indicó el P. Fuster.
El sacerdote señaló que "el Obispado (de Terrassa) supo en todo momento cada uno de mis pasos, entrevistas y luchas".
El sacerdote también dijo a ACI Prensa que fue criticado por medios de comunicación españoles porque "si el Hospital se subvenciona con dinero público y no con dinero ‘del Vaticano’, debe ofrecer servicios públicos más allá de cualquier ideología, según la ley. Pero nuestra entidad no era un Hospital público, sino que tenía carácter privado y presencia de la Iglesia".
En ese contexto, lo lógico, afirmó el P. Fuster, es "que tuviésemos libertad de hacer valer nuestros principios morales".