REDACCION CENTRAL,
El Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), Mons. Antonio Arregui Yarza, concedió una entrevista a ACI Prensa en la que se refirió a la crisis del Vicariato Apostólico de Sucumbíos, en donde los obispos del país han hecho un llamado a "robustecer la comunión".
La crisis en el Vicariato de Sucumbíos se originó luego de que el Vaticano aceptara la renuncia de Mons. López Marañón, carmelita descalzo de origen español, el 30 de octubre de 2010 y se designara luego como Administrador Apostólico al P. Rafael Ibarguren Schindler, miembro de los Heraldos del Evangelio.
La decisión de darle la Administración del Vicariato a los Heraldos ha sido duramente cuestionada por Mons. López, miembros de la congregación de los carmelitas y diversos fieles motivados por ellos, lo que ha generado una serie de enfrentamientos, incluso físicos, y una serie de medidas de fuerza en Sucumbíos como el cierre con candado de algunos templos y la ocupación de la Catedral de Nueva Loja.
Semanas antes de que se anunciara este cambio, el entonces Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Cardenal Iván Dias, le remitió una carta a Mons. López Marañón criticando que "la visión pastoral llevada adelante por usted no siempre era conforme con la exigencia pastoral de la Iglesia", por lo que "el nuevo Administrador Apostólico tendrá que organizar el Vicariato e implantar de manera diferente todo el trabajo pastoral".
El Cardenal Dias también le manifestó al Obispo López que "la Congregación considera oportuno que después del nombramiento del nuevo Administrador Apostólico Vuestra Excelencia deje el Vicariato, trasladándose a un lugar diferente, si fuese posible a su país de origen".
La opinión del Cardenal Dias resulta relevante porque al ser Sucumbíos un Vicariato Apostólico, considerado tierra de misión, está bajo la supervisión de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.