El gobernador de Texas (Estados Unidos), Rick Perry, firmó el Proyecto de Ley 15, que entraría en vigor en septiembre, y exige que una mujer se realice un ultrasonido antes de decidir si se practicará un aborto.
"Toda vida perdida por un aborto es una tragedia que todos debemos tratar de prevenir a través de trabajo conjunto", dijo Perry el pasado 24 de mayo. Afirmó que con "esta importante ley se asegurará de que toda mujer en Texas que busca realizarse un aborto conozca todos los factores sobre la vida que lleva y entienda el devastador impacto que tiene esta decisión".
La ley señala que un médico debe realizar un ultrasonido 24 horas antes de un aborto, excepto en casos de emergencia médica, y mostrar la imagen a la madre, haciéndole escuchar los latidos del corazón del feto.
Sin embargo, la mujer puede optar por no ver la imagen o escuchar los latidos. Para ello deberá firmar una declaración antes de que se le realice el sonograma.
También podrá negarse a recibir la explicación del ultrasonido si el embarazo es resultado de una violación o incesto, si es una menor de edad con permiso judicial para practicarse el aborto o si el feto tiene una condición médica irreversible o anormalidad.
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