VATICANO,
El Papa Benedicto XVI señaló hoy que el Patriarca Jacob es ejemplo de que la oración "es una lucha, en la que hace falta fuerza de ánimo y tenacidad para conseguir la bendición, que sólo alcanzamos cuando reconocemos nuestra debilidad y nos abandonamos" a la misericordia de Dios.
A continuación ACI Prensa ofrece una traducción de la catequesis completa pronunciada en italiano por el Santo Padre ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro:
"Queridos hermanos y hermanas:
Hoy quisiera reflexionar con ustedes sobre un texto del libro del Génesis que narra un episodio muy particular de la historia del Patriarca Jacob. Es un pasaje de no fácil interpretación, pero importante para nuestra vida de fe y oración, se trata del relato de la lucha con Dios antes de pasar un vado en Yabboq, del que ha hemos escuchado un extracto.
Como recordamos, Jacob había quitado a su gemelo Esaú la primogenitura a cambio de un plato de lentejas y luego con engaños arrebató la bendición del padre Isaac, entonces muy anciano, aprovechando su ceguera. Escapando de la ira de Esaú, se refugió con un pariente, Labano, se casó y se enriqueció y ahora volvía a la tierra natal, listo para enfrentar al hermano luego de haber puesto por obra algunas prudentes medidas. Pero cuando todo estuvo listo para este encuentro, luego de haber hecho atravesar a quienes estaban con él en el vado del torrente que delimitaba el territorio de Esaú, Jacob, que quedó solo, es agredido de improviso por un desconocido con el que lucha por toda una noche.
Este combate cuerpo a cuerpo –que encontramos en el capítulo 32 del libro del Génesis– se convierte para él en una singular experiencia de Dios.