ROMA,
Juan José Pérez-Soba, docente de teología moral en la facultad de teología San Dámaso de Madrid y del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre Matrimonio y Familia, explicó que lo mejor que pueden hacer los esposos cuando uno de los dos tiene SIDA es vivir la abstinencia ya que el uso del preservativo no solo no constituye una solución al problema sino que también conlleva un problema ético.
En un artículo publicado hoy en el diario vaticano L’Osservatore Romano, el sacerdote señaló que "es bueno recordar que si bien el uso del preservativo en un solo acto sexual podría tener cierta eficacia en la prevención del contagio de SIDA, esto no garantiza una seguridad absoluta ni siquiera en el acto en cuestión y, menos aún, en el ámbito de la entera vida sexual de la pareja".
Por ello, explicó, "es impropio indicar el uso (del preservativo) como un medio eficaz para evitar el contagio".
"Las numerosas campañas que invitan a utilizarlo indiscriminadamente han alimentando una falsa creencia según la cual no habría ningún peligro, y finalmente han aumentado la posibilidad de infección", alertó.
El P. Pérez-Soba precisó además que "presentar el preservativo como una solución al problema es un grave error, elegirlo simplemente como práctica habitual es una falta de responsabilidad ante la otra persona".
El sacerdote español detalló que el uso del preservativo no es recomendable porque conlleva además un problema ético: "un acto sexual realizado con el preservativo no puede ser considerado un acto plenamente conyugal en la medida en la que ha sido voluntariamente privado de sus significados intrínsecos".