VATICANO,
Al presidir el rezo del Regina Caeli en la Plaza de San Pedro este mediodía (hora local), el Papa Benedicto XVI recordó que "el esfuerzo por anunciar a Jesucristo, ‘el camino, la verdad y la vida’ constituye la tarea principal de la Iglesia".
En sus palabras previas a la oración mariana y ante miles de fieles presentes, el Santo Padre explicó que el Evangelio de este domingo (Juan 14, 1-12) en el que Jesús dice que Él es el camino la verdad y la vida, son una invitación a creer en Dios y en su Hijo Jesús.
"No son dos aspectos separados, sino un único acto de fe, la plena adhesión a la salvación obrada por Dios Padre mediante su Hijo Unigénito".
"El Nuevo Testamento ha puesto fin a la invisibilidad del Padre. Dios ha mostrado su rostro, como confirma la respuesta de Jesús al apóstol Felipe: ‘quien me ha visto a mí, ha visto al Padre’. El Hijo de Dios, con su encarnación, muerte y resurrección, nos ha liberado de la esclavitud del pecado para darnos la libertad de los hijos de Dios y nos ha hecho conocer el rostro de Dios que es amor: a Dios se le puede ver y es visible en Cristo".
El Papa dijo luego que "solo creyendo en Cristo, permaneciendo unidos a Él, los discípulos, entre los cuales estamos también nosotros, pueden continuar su acción permanente en la historia: ‘en verdad, en verdad, os digo –dice el Señor– quien cree en Mí, hará él también las obras que Yo hago, y aun mayores, porque Yo voy al Padre’".
"La fe en Jesús comporta seguirlo cotidianamente, en las acciones simples que componen nuestra jornada" aceptando abrir la puerta del corazón al que Dios toca "sumisamente". "Si le abrimos nos hace capaces de ‘ver’".