VATICANO,
El Vicario de Su Santidad para la diócesis de Roma, Cardenal Agostino Vallini, hizo votos para que el Papa Juan Pablo II "nos ayude a ser en todas las circunstancias, testigos de Cristo y anunciadores del amor de Dios en el mundo", en la multitudinaria vigilia de hoy en el Circo Massimo de Roma.
En medio de un ambiente de fiesta en el que en diversos momentos se enlazaron cinco santuarios marianos en todo el mundo y también participaron el Coro de la Diócesis de Roma y la orquesta del conservatorio de Santa Cecilia, el Cardenal dijo que de Juan Pablo II "aprendemos, en primer lugar, el testimonio de la fe: una fe arraigada y fuerte, libre de miedos y de compromisos, coherente hasta el último aliento, forjada por las pruebas, la fatiga y la enfermedad".
Esta fe "se ha difundido en toda la Iglesia, más aún, en todo el mundo; un testimonio acogido en todos los lugares, en sus viajes apostólicos, por millones de hombres y mujeres de todas las razas y culturas".
El Papa peregrino "vivió para Dios, se entregó por completo a Él para servir a la Iglesia como una ofrenda sacrificial. Solía repetir esta invocación: ‘Jesús, Pontífice, que te entregaste a Dios como ofrenda y víctima, ten misericordia de nosotros’".
"Era su gran deseo ser cada vez más una sola cosa con Cristo Sacerdote mediante el sacrificio eucarístico, que le daba fuerza y valor para su incansable actividad apostólica. Cristo era el principio, el centro y la cima de cada uno de sus días. Cristo era el sentido y la finalidad de su acción; de Cristo sacaba energías y plenitud de humanidad. Así se explica la necesidad y el deseo que tenía de rezar: todos los días dedicaba largas horas a la oración, y su trabajo estaba imbuido y atravesado por la oración".
Gracias a esa fe, continuó el Cardenal, que fue "vivida hasta lo más profundo de su ser, comprendemos el misterio del sufrimiento, que lo marcó desde joven y lo purificó como el oro se prueba con el fuego. Todos estábamos admirados por la docilidad de espíritu con que afrontó la peregrinación de la enfermedad, hasta la agonía y la muerte".