BUENOS AIRES,
Con una procesión por las calles de Buenos Aires, el Cardenal Jorge Bergoglio bendijo a los fieles y a las palmas de olivos como inicio de la Semana Santa 2011.
La peregrinación salió del Santuario de San Cayetano de Liniers y Plaza Miserere, en Once y llegó hasta la Basílica de San José de Flores, en donde el Purpurado argentino celebró la Santa Misa.
A lo largo del recorrido seminaristas, religiosas, sacerdotes y obispos auxiliares porteños bendijeron a los fieles mientras que laicos ingresaron en los negocios para entregar estampitas y obsequiar ramos de olivo.
El P. Alejandro Russo, rector de la Catedral, informó que se repartieron 300 fardos de olivo.
Durante la homilía de la Misa el Cardenal Bergoglio invitó a los fieles a abrir el corazón al amor de Jesús que perdona. Luego los Arzobispos y los Obispos auxiliares renovaron junto con la comunidad el compromiso bautismal.
"La idea es valorar la importancia del bautismo y conocer el significado de estar bautizados. Saber que este sacramento es una posibilidad real y no tiene trabas burocráticas", explicó el P. Russo.