VATICANO,
Al recibir esta mañana (hora local) las cartas credenciales de la nueva Embajadora de España ante la Santa Sede, María Jesús Figa López-Palop, el Papa Benedicto XVI resaltó que no se debe marginar a la religión de la sociedad, con burlas, denigración o discriminación, pues ella constituye un "arma auténtica para la paz".
En su discurso en español en el día en que cumple 84 años de edad, el Santo Padre dijo que "en vez de vivir y organizar la sociedad de tal manera que favorezca la apertura a la trascendencia, no faltan formas, a menudo sofisticadas, de hostilidad contra la fe, que ‘se expresan a veces renegando de la historia y de los símbolos religiosos, en los que se reflejan la identidad y la cultura de la mayoría de los ciudadanos’".
"El que en ciertos ambientes se tienda a considerar la religión como un factor socialmente insignificante, e incluso molesto, no justifica el tratar de marginarla, a veces mediante la denigración, la burla, la discriminación e incluso la indiferencia ante episodios de clara profanación, pues así se viola el derecho fundamental a la libertad religiosa inherente a la dignidad de la persona humana, y que ‘es un arma auténtica de la paz, porque puede cambiar y mejorar el mundo’".
Benedicto XVI explicó luego que la Iglesia siempre cuida los derechos fundamentales de toda persona "en diálogo franco con todos los que contribuyen a que sean efectivos y sin reducciones. Vela por el derecho a la vida humana desde su comienzo a su término natural, porque la vida es sagrada y nadie puede disponer de ella arbitrariamente".
La Iglesia, prosiguió, "vela por la protección y ayuda a la familia, y aboga por medidas económicas, sociales y jurídicas para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia tengan el apoyo necesario para cumplir su vocación de ser santuario del amor y de la vida".
"Aboga también por una educación que integre los valores morales y religiosos según las convicciones de los padres, como es su derecho, y como conviene al desarrollo integral de los jóvenes. Y, por el mismo motivo, que incluya también la enseñanza de la religión católica en todos los centros para quienes la elijan, como está preceptuado en el propio ordenamiento jurídico".