VALENCIA,
A pesar del peligro que correría en Costa de Marfil, el misionero terciario capuchino de Valencia (España), José Vicente Miguel, afirmó que está esperando la autorización de sus superiores para regresar al país africano, y seguir ayudando a los niños huérfanos de Abidjan, donde se están dando los últimos combates.
En declaraciones difundidas por la agencia AVAN el 4 de abril, el misionero de 43 años recordó el estado de guerra que se vive en Costa de Marfil, "donde han comenzado a desaparecer niños, las condiciones son de extrema gravedad y pobreza, y el riesgo de muerte es muy alto".
José Vicente Miguel es superior en Costa de Marfil de la comunidad de Terciarios Capuchinos y delegado también de la Fundación Luís Amigó, con la que hasta hace unas semanas estuvo desarrollando un proyecto para ayudar a más de sesenta niños y jóvenes de 13 a 20 años a reinsertarse en la sociedad.
AVAN informó que en la actualidad hay en la zona de conflicto otros cinco religiosos de la misma comunidad, coordinados por un terciario capuchino de Burgos.
El misionero valenciano vive en el país africano desde hace ocho años. Dijo que debido al conflicto "hay matanzas de inocentes, los guerrilleros efectúan registros en busca de armas, los bancos hace semanas que están cerrados, la situación es de extrema pobreza y no queda comida ni agua".
En Abidjan, la capital financiera de Costa de Marfil, se están dando los últimos combates entre las fuerzas del presidente electo Alassane Ouattara, contra lo que queda del ejército leal al mandatario Laurent Gbagbo, que permanece sitiado en su residencia y se niega a reconocer su derrota electoral de 2010.