ROMA,
El Nuncio Apostólico Emérito de Checoslovaquia y República Checa, Cardenal Giovanni Coppa, recuerda un episodio que lo sorprendió del Papa Juan Pablo II en uno de sus viajes cuando lo vio de rodillas y cantando solo ante el Sagrario "que era como un coloquio de amor con Cristo".
En un artículo publicado por L’Osservatore Romano este 2 de abril en el sexto aniversario de la muerte del Papa Wojtyla, el Cardenal recuerda su viaje a República Checa en 1995, cuando ya comenzaba a usar un bastón a causa de su alicaída salud, pese a lo cual "tenía todavía fuerzas para usar las escaleras en vez del ascensor"..
"La primera noche de aquel viaje, luego de volver de la cena con los obispos, bajó a la capilla ante el Santísimo. Las hermanas habían preparado para él un gran reclinatorio, pero prefirió rezar en uno de las bancas habituales. Yo lo acompañaba, esperándolo afuera de la capilla".
La segunda noche, recuerda el Cardenal Coppa, "tuve que responder a una llamada urgente y no pude acompañarlo a la capilla. Llegué luego, cuando ya estaba arrodillado. Antes de entrar escuché como una música distinta, y cuando abrí silenciosamente la puerta, escuché como, arrodillado en la banca, cantaba sumisamente ante el tabernáculo".
"El Papa cantaba en voz baja ante Jesús Eucaristía: el Papa y Cristo en la Hostia, Pedro y Cristo. Fue para mí una cosa emocionante, un fortísimo reclamo de fe y amor para la Eucaristía, y a la realidad del ministerio petrino".
"Nunca –prosigue– he olvidado ese delicado canto, que era como un coloquio de amor con Cristo. He contado una sola vez este episodio, en República Cheza, pero es bueno que se sepa, sobre todo ahora que se acerca la beatificación, porque manifiesta dignamente que debemos tener una relación siempre viva, íntima y profunda con Jesús, que vive en la Eucaristía".