ROMA,
Asia Bibi, la primera mujer cristiana condenada a muerte en Pakistán bajo la Ley de Blasfemia, agradeció desde la prisión de Sheikupura la preocupación del Papa Benedicto XVi por su caso y afirmó que conserva el sueño de conocerlo.
"Mi mayor sueño es conocer al Papa Benedicto XVI. La ‘Masihi Foundation’ me ha dicho que el Santo Padre ha hablado de mi; esto me ha dado una gran esperanza, me ha animado a seguir viviendo, me ha hecho sentirme amada, consolada y sostenida por todo el mundo. Es un privilegio saber que el Papa ha hablado por mi y que sigue mi caso personalmente. Me gustaría vivir lo suficiente para ver el día en que podré verlo y darle las gracias en persona", afirmó Asia según informa la agencia vaticana Fides.
Su esposo, Asiqh, declaró a Fides que la mujer atraviesa una situación de extremo agotamiento físico y psicológico tras el asesinato del Ministro para las Minorías Religiosas, Shahbaz Bhatti, uno de los opositores a la Ley de Blasfemia.
Los abogados de la Masihi Foundation, que se ocupan de su defensa, temen por la salud de Asia agravada por el ayuno de Cuaresma que realiza.
"Estoy frustrada y creo que mi vida está en un punto muerto. Estoy esperando desesperadamente salir de esta prisión y quiero pedir ayuda a todos para que hagan algo para liberarme", afirmó Asia y expresó gran preocupación por su familia.
"Temo por mi vida, la de mis hijos y mi marido que están sufriendo conmigo; me siento como si toda mi familia hubiese sido condenada", afirmó.