VATICANO,
En un mensaje a un grupo de obispos de América Latina y el Caribe que se reúnen en estos días en Bogotá (Colombia), el Papa Benedicto XVI resalta que "ningún esfuerzo, por tanto, será inútil para fomentar cuanto contribuya a que cada familia, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, lleve a cabo su misión de ser célula viva de la sociedad".
En su mensaje a los obispos responsables de las comisiones episcopales de vida y familia de América Latina y el Caribe que se reúnen en Colombia del 28 de marzo al 1 de abril, el Santo Padre señala que "la familia es el valor más querido por los pueblos de esas nobles tierras".
"Por este motivo, la pastoral familiar tiene un puesto destacado en la acción evangelizadora de cada una de las distintas Iglesias particulares, promoviendo la cultura de la vida y trabajando para que los derechos de las familias sean reconocidos y respetados".
En el texto dirigido al Cardenal Ennio Antonelli, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, que preside la reunión, el Papa afirma que ante los diversos desafíos que enfrenta la institución familiar como la migración y la pobreza, "no podemos quedar indiferentes ante estos retos. En el Evangelio encontramos luz para responder a ellos sin desanimarnos".
"Cristo con su gracia nos impulsa a trabajar con diligencia y entusiasmo para acompañar a cada uno de los miembros de las familias en el descubrimiento del proyecto de amor que Dios tiene sobre la persona humana".
"Ningún esfuerzo, por tanto, será inútil para fomentar cuanto contribuya a que cada familia, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, lleve a cabo su misión de ser célula viva de la sociedad, semillero de virtudes, escuela de convivencia constructiva y pacífica, instrumento de concordia y ámbito privilegiado en el que, de forma gozosa y responsable, la vida humana sea acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural".