VATICANO,
En el videomensaje que envió a los participantes del "Patio de los Gentiles", el encuentro con no creyentes promovido por el Pontificio Consejo para la Cultura, el Papa Benedicto XVI afirmó que la cuestión de Dios no constituye un peligro para la vida humana, debe estar presente en sus interrogantes fundamentales, y todos están en capacidad de buscarlo y encontrarlo para descubrir la verdad del ser humano.
En el mensaje proyectado en pantallas gigantes en las afueras de la Catedral de Notre-Dame en París en donde se realizó el evento el viernes 25 de marzo, el Santo Padre exclamó: "¡La cuestión de Dios no es un peligro para la sociedad, no pone en peligro la vida humana! La cuestión de Dios no debe estar ausente de los grandes interrogantes de nuestro tiempo".
Seguidamente resaltó la necesidad del diálogo entre fe y razón para llegar a la verdad, con valentía para poder alcanzar también la libertad.
El Santo Padre explicó luego que "las religiones no pueden tener miedo de una laicidad justa, una laicidad abierta que permita a cada uno y a cada una vivir lo que cree, de acuerdo con su conciencia. Si se trata de construir un mundo de libertad, igualdad y fraternidad, creyentes y no creyentes tienen que sentirse libres de ser, iguales en sus derechos de vivir su vida personal y comunitaria con fidelidad a sus convicciones, y tienen que ser hermanos entre sí".
"Una de las razones de ser de este Patio de los Gentiles es la de actuar a favor de esta fraternidad más allá de las convicciones, pero sin negar las diferencias. Y, todavía más profundamente, reconociendo que solo Dios, en Cristo, libera interiormente y nos permite reencontrarnos en la verdad como hermanos".
"La primera actitud que hay que tener o las acciones que podéis realizar conjuntamente –continuó el Papa– es respetar, ayudar y amar a todo ser humano, porque es criatura de Dios y en un cierto modo el camino que conduce a Él".