VATICANO,
En su visita esta mañana a las Fosas Ardeatinas en Roma en donde están sepultadas 335 personas masacradas por los nazis el 24 de marzo de 1944, el Papa Benedicto XVI señaló que urge decir sí al bien y no al mal para vivir como hijos de Dios.
Según informa Radio Vaticana, en su visita tras la invitación de la "Asociación Nacional de las Familias Italianas de los Mártires caídos por la libertad de la Patria", el Papa citó unas palabras escritas en una pared de una celda de tortura escritas por un desconocido: "Creo en Dios y en Italia, creo en la resurrección de los mártires y de los héroes, creo en el renacer de la patria y en la libertad del pueblo".
Esta cita, dijo, "demuestra que el espíritu humano queda libre aun en las condiciones más duras" y "afirma la primacía de la fe, como manantial de confianza y esperanza para esta nación y su futuro".
El Santo Padre resaltó que "lo que ocurrió aquí el 24 de marzo de 1944 es una ofensa gravísima a Dios, porque es violencia deliberada del hombre contra el hombre. Es el efecto más execrable de la guerra, de toda guerra, mientras que Dios es vida, paz y comunión".
"Como mis predecesores, vengo aquí a rezar y renovar la memoria. A invocar la divina Misericordia, la única que puede colmar los vacíos, las vorágines abiertas por los hombres cuando, empujados por la ciega violencia, reniegan su dignidad de hijos de Dios y hermanos entre ellos. Yo también, como Obispo de Roma, ciudad consagrada por la sangre de los mártires del Evangelio del Amor, vengo a rendir homenaje a estos hermanos, asesinados a poca distancia de las antiguas catacumba".
Seguidamente el Santo Padre afirmó que "otro testimonio que me impactó es el que se encontró justo aquí, en las Fosas Ardeatinas. Una hoja de papel en la que un caído escribió: Dios mío Padre grande, te rogamos que puedas proteger a los judíos de las bárbaras persecuciones. 1 Padre Nuestro, 10 Ave Marías, 1 Gloria al Padre’".