BUENOS AIRES,
En la homilía de la Misa que presidió en el Día del Niño por Nacer el 25 de marzo, el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, alentó a cuidar la vida con amor y coraje, sin "anestesias" que aletargan este deber de los que son buenos.
Ante una Catedral colmada de fieles, el Cardenal dijo que los cristianos deben cuestionarse "cómo recibimos la vida, cómo la acompañamos, porque a veces no nos damos cuenta de lo que es la fragilidad de una vida".
En este Año por la Vida, decretado por los obispos argentinos cuando en la cámara de diputados se debate una ley que despenalizaría el aborto, el Cardenal Bergoglio dijo que "quizá no caigamos en la cuenta de los peligros que la vida de una persona desde niño, desde su concepción hasta su muerte, tiene que atravesar entonces la pregunta que yo quisiera hacerles hoy, mirando a María que acompaña la vida, es: ¿Sabemos acompañar la vida?"
"La vida de nuestros chicos, de nuestros hijos y de los que no los son. ¿Sabemos ponerle a los chicos alicientes en su crecimiento? ¿Sabemos ponerles límites a su educación? ¿Y los chicos que no son nuestros, aquellos que –y perdonen la expresión– parecen los ‘chicos de nadie’ me preocupan a mi también?"
Ante las familias presentes en la Catedral, el Primado de la Argentina recordó que "en este Año de la Vida, el Papa quiere que veamos todo el curso de la vida, en cada paso esta María aquí. La que cuidó la vida desde el principio y la sigue cuidando en nosotros como Iglesia que está caminando. Lo peor que nos puede pasar es que carezcamos de amor para cuidar la vida y María es la mujer del amor. Si no hay amor no hay lugar para la vida".
"Sin amor hay egoísmo y uno se enrosca para acariciarse a sí mismo. Amor le pedimos hoy a María para cuidar la vida. Amor y coraje. Alguno me podrá decir: ‘Pero Padre, en esta civilización mundial que parece apocalíptica, ¿cómo podremos llevar el amor en medio de tantas contradicciones y cuidar la vida hasta sus últimas consecuencias?"