VATICANO,
Los ejercicios espirituales de la curia vaticana, en los que participó el Papa Benedicto XVI y en los que las meditaciones fueron sobre Juan Pablo II y la teología de los santos, llegaron este 19 de marzo a su fin, cuando toda la Iglesia celebra la fiesta de San José, el Santo Custodio del Redentor.
Esta mañana en la capilla Redemptoris Mater en el Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre agradeció al P. François-Marie Léthel, carmelita descalzo que tuvo a su cargo las reflexiones del retiro que tuvo como tema "La luz de Cristo en el corazón de la Iglesia: Juan Pablo II y la teología de los santos".
Benedicto XVI dijo que el sacerdote "nos ha mostrado a los santos como ‘estrellas’ en el firmamento de la historia y, con su entusiasmo y su gloria, nos ha insertado en el recorrido de estos santos y nos ha mostrado a los santos ‘pequeños’ como a los ‘grandes’".
"Nos ha mostrado que la scientia fidei (ciencia de la fe) y la scientia amoris (ciencia del amor) van juntas y se complementan, que la razón grande y el gran amor van juntas, para que así el gran amor vea más que la razón sola".
El Papa señaló luego que "la Providencia ha querido que estos ejercicios concluyan con la fiesta de San José, mi Patrono personal y Patrono de la Santa Iglesia: un humilde santo, un humilde trabajador que fue hecho digno de ser Custodio del Redentor".
"San Mateo caracteriza a San José con una palabra: ‘era un justo’, ‘dikaios’, que viene del (griego) ‘dike’. En la perspectiva del Antiguo Testamento, como la encontramos por ejemplo en el salmo 1, ‘justo’, es el hombre que está inmerso en la Palabra de Dios, que vive en la Palabra de Dios, que vive la Ley no como ‘yugo’ sino como ‘alegría’, vive, podemos decir, la Ley como ‘Evangelio’".