NUEVA YORK,
El Padre Frank Pavone de Sacerdotes por la Vida explicó que la lucha por proteger al pequeño Joseph Maraachli, el bebé con una enfermedad neurodegenerativa que fue rescatado de un hospital canadiense donde estaba condenado a morir por orden judicial, es una lección para la cultura actual.
El sacerdote y líder pro-vida ayudó a los padres de Joseph a trasladar a su hijo a un hospital católico de St. Louis, Missouri. En declaraciones a ACI Prensa el 14 de marzo, el Padre Pavone afirmó que el nuevo giro en el caso es una "victoria para la familia".
Los padres de Joseph pidieron ayuda a los Sacerdotes por la Vida luego que los médicos del London Health Sciences Centre de Ontario se negaran a transferir al niño a otro centro debido a que una corte local decidió que los médicos podían retirar los tubos de respiración y alimentación que lo asisten, causándole una muerte por asfixia.
Los médicos no aceptaron el pedido de los padres de someter al niño a una traqueotomía para que su hijo pudiera pasar sus últimos días en casa, tal como ocurrió con la hija mayor de los Maraachli que falleció por la misma enfermedad.
"Junto a la familia sentíamos que se estaba haciendo un juicio de valor sobre su vida", indicó el Padre Pavone. "Una cosa es decir que un tratamiento es inútil. Es otra cosa que decir que una vida no vale nada", explicó.
Sacerdotes por la Vida recaudó los 150 mil dólares necesarios para transferir a Joseph al Hospital Infantil Cardinal Glennon de St. Louis y pagar los exámenes médicos posteriores.