VATICANO,
En su segundo libro sobre Jesucristo que publica como teólogo desde su ascenso al pontificado, el Papa Benedicto XVI reabre el debate sobre los métodos de interpretación de la Biblia y específicamente señala el agotamiento del llamado método histórico-crítico.
El llamado método histórico-crítico es una forma de investigación bíblica que busca comprender las Sagradas Escrituras a partir del contexto histórico en que los textos fueron escritos, recurriendo a los aportes de otras disciplinas seculares como la filología, la arqueología, etc.
En la introducción del libro "Jesús de Nazaret. Del Ingreso a Jerusalén a la Resurrección", presentado ayer en el Vaticano por el Prefecto de la Congregación para los Obispos, Cardenal Marc Ouellet, el Papa señala que "una cosa me parece obvia: en 200 años de trabajo exegético, la interpretación histórico-crítica todo ha dado hasta ahora todo lo esencial que tenía para dar".
"Si la exégesis bíblica científica no quiere agotarse en siempre nuevas hipótesis convirtiéndose teológicamente en insignificante, debe dar un paso metodológicamente nuevo y reconocerse nuevamente como disciplina teológica, sin renunciar a su carácter histórico".
Para el Papa, el método histórico crítico "debe aprender que la hermenéutica positivista en la que se basa no es expresión de la razón exclusivamente válida que definitivamente se ha encontrado a sí misma, sino que constituye una determinada especie de racionabilidad históricamente condicionada, capaz de corrección y de integración y necesitada de ellas".
"Tal exégesis debe reconocer que una hermenéutica de la fe, desarrollado de modo justo, es conforme al texto y puede conjugarse con una hermenéutica histórica consciente de los propios límites para formar un todo metodológico".