VATICANO,
En la Audiencia General de esta mañana el Papa Benedicto XVI alentó a los católicos a esforzarse en Cuaresma –que se inicia hoy con el Miércoles de Ceniza– por convertirse cada vez más a Cristo a través de la liturgia y la práctica intensa del ayuno, la oración y la limosna.
Ante los 7 000 fieles presentes en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Santo Padre se refirió al símbolo de la imposición de las cenizas como "un signo que nos recuerda nuestra condición de criaturas, nos invita a la penitencia y a intensificar nuestros esfuerzos para convertirnos y seguir cada vez más al Señor".
El Santo Padre afirmó que "la Cuaresma es un camino, es acompañar a Jesús que sube a Jerusalén, lugar de la realización del misterio de su pasión, muerte y resurrección; nos recuerda que la vida cristiana es un ‘camino’ por recorrer, que consiste no tanto en una ley que cumplir sino en la persona de Cristo, a quien hay que encontrar, conocer y seguir".
"Sobre todo la liturgia, la participación en los sagrados misterios, nos llevan a emprender este camino con el Señor, reviviendo los acontecimientos que nos trajeron la salvación, pero no como una simple conmemoración, como un recuerdo de cosas pasadas".
"Hay una palabra clave que se repite con frecuencia en la liturgia para indicar esto: la palabra ‘hoy’, que debe entenderse en el sentido original y concreto, no metafórico. Hoy Dios nos revela su ley y nos da a elegir entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte".
El Papa dijo además que "Hoy el Cristo que murió en el Calvario y resucitó de entre los muertos, ha subido al Cielo y está sentado a la derecha del Padre, hoy se nos ha dado el Espíritu Santo, hoy es tiempo favorable. Participar en la Liturgia significa entonces sumergir la propia vida en el misterio de Cristo, en su permanente presencia, recorrer un camino en el que entramos en su muerte y resurrección para tener vida".