PARIS,
El Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, señaló que Francia tiene el deber de compartir con todos, "sin complejos ni falso pudor" la "magnífica herencia cristiana" que se manifiesta en la civilización, la historia y la cultura del país.
En su discurso el jueves 2 de marzo en Le-Puy-en-Velay, en el departamento de Haute-Loire en el centro de Francia, una de las etapas francesas donde se origina el peregrinaje hacia el Camino de Santiago de Compostela (España), el mandatario visitó la Catedral, el baptisterio y algunas instalaciones cercanas en el marco del proyecto de reconstrucción del patrimonio nacional francés, que ya se ha iniciado.
Tras la visita y en su discurso de media hora, el mandatario habló primeramente sobre la alegría que experimentaba ante la "majestad sonriente" y la belleza de los lugares en el camino hacia Puy-en-Valey, marcados por la herencia cristiana de siglos de historia en donde también se puede apreciar "un formidable camino espiritual hacia el Cielo".
Para Sarkozy, cada una de las ciudades de Francia "no sería hoy lo que son a los ojos de los franceses y a los ojos del resto del mundo sin sus catedrales hacia las que convergen siempre fieles y turistas".
"Esta herencia nos obliga. Esta herencia es una oportunidad, pero ante todo un deber. Estamos obligados por esta herencia. Nos obliga porque no solamente debemos transmitirla a las generaciones que nos sucederán sino que debemos asumir esta herencia sin complejos y sin falso pudor".
Al hablar del deber de proteger el patrimonio nacional, el presidente Sarkozy dijo que esta tarea busca "defender los signos tangibles de nuestra identidad" ya que en un país que carece de ella "tampoco hay diversidad".