MADRID,
El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Antonio Cañizares, afirmó que se está viviendo "una situación dramática caracterizada por el olvido de Dios", que exige recobrar para la liturgia el lugar que le corresponde en la vida de los cristianos.
"¡Cuánta rutina y mediocridad, cuánta trivialización y superficialidad se nos ha metido!; ¡cuántas misas celebradas de cualquier manera o participadas en cualquier disposición!; de ahí nuestra gran debilidad", expresó el Purpurado el 25 de febrero a la revista española Vida Nueva.
El Cardenal afirmó que el Concilio Vaticano II puso a la sagrada liturgia "en el centro de la vida y misión de la Iglesia". Sin embargo, cuestionó si se puede afirmar "que todo lo que se ha hecho y hace es la renovación querida por el Concilio".
"¿El pueblo de Dios, fieles y pastores, vive de verdad de la liturgia, está en el centro de nuestras vidas? ¿Se han enseñado y asimilado las enseñanzas conciliares, se ha mantenido una fidelidad a las mismas, o se las ha interpretado correctamente en la clave de la continuidad que pide el Papa?", preguntó.
En el diálogo, el Cardenal Cañizares recordó que la liturgia es ante todo obra de Dios "y que nada se puede anteponer a ella. Solo Dios, la ‘revolución de Dios’, Dios en el centro de todo, podrá renovar y cambiar el mundo".