VATICANO,
Al recibir este mediodía (hora local) a los participantes de la asamblea general de la Pontificia Academia para la Vida, el Papa Benedicto XVI señaló que el aborto no resuelve nada, al contrario, mata a un niño, destruye a la mujer, enceguece la conciencia del padre de la criatura y arruina a la familia.
En su discurso en la Sala Clementina de Vaticano, el Papa explicó que el síndrome post aborto, uno de los temas de la asamblea, es esa "grave perturbación psíquica experimentada frecuentemente por las mujeres que se han sometido al aborto voluntario" que "revela la voz insuprimible de la conciencia moral y la herida gravísima que esta sufre toda vez que la acción humana traiciona la innata vocación al bien del ser humano, que ella testimonia"
Con el aborto, la conciencia moral se ve ofuscada, pero nunca deja de ser "aquel juicio de la razón mediante el cual la persona humana reconoce la calidad moral de un acto concreto" cuya tarea es "discernir el bien del mal en las diversas situaciones de la existencia, para que, en base a este juicio, el ser humano pueda libremente orientarse al bien".
Benedicto XVI dijo luego que "a quienes quieren negar la existencia de la conciencia moral en el hombre, reduciendo su voz al resultado de condicionamientos externos o a un fenómeno puramente emotivo, es importante señalarles que la calidad moral del actuar humano no es un valor extrínseco u opcional ni tampoco una prerrogativa de los cristianos o creyentes, sino algo común a todo ser humano".
"En la conciencia moral Dios habla a cada uno e invita a defender la vida humana en todo momento. En esta relación personal con el Creador está la dignidad profunda de la conciencia moral y la razón de su inviolabilidad".
El Papa recordó también que "cuando el hombre rechaza la verdad y el bien que el Creador le propone, Dios no lo abandona, sino que a través de la voz de la conciencia, sigue buscándolo y hablándole, para que reconozca el error y se abra a la misericordia divina capaz de sanar cualquier herida".