PARIS,
Bernard Fellay, líder de la Fraternidad San Pío X que reúne a los seguidores del Arzobispo francés Marcel Lefebvre –que ordenó en 1988 a cuatro obispos sin permiso papal y que falleció excomulgado– señaló que los diálogos de su agrupación con la Santa Sede estarían por "llegar a término" sin un acuerdo para su reconciliación con la Iglesia.
El pasado 2 de febrero en una entrevista concedida a los miembros en Estados Unidos de su organización, Fellay, uno de los cuatro obispos ordenados por Lefebvre, dijo que en el diálogo con la Santa Sede no han podido convencer a los representantes del Vaticano de hacer que la Iglesia regrese al estado anterior al Concilio Vaticano II.
Fellay explicó que la Santa Sede les señaló que "existían problemas doctrinales con la Fraternidad y que los mismos debían aclararse antes de un reconocimiento canónico" por parte de la Iglesia tras el levantamiento de las excomuniones.
Los miembros de esta fraternidad no reconocen el Concilio Vaticano II ni el Magisterio de los Papas posteriores a Pío XII: Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Sin embargo los lefebvristas acogieron bien el documento Summorum Pontificum de 2007, con el que el Papa Benedicto XVI liberalizó la Misa en latín según el Misal de 1963, la única que ellos admiten como válida.
Fellay dijo además que el diálogo con la Santa Sede "se trata de otra cosa: queremos exponer a Roma lo que la Iglesia siempre enseñó, y con eso, señalar las contradicciones existentes entre esta enseñanza multisecular y lo que sucede después del Concilio. De nuestra parte, ese es el único objetivo que perseguimos".