LA HABANA,
El Arzobispo de La Habana (Cuba), Cardenal Jaime Ortega, afirmó que "Cuba es para mí mi patria, un país que quiero con el alma", y reveló que no quiso emigrar ni en los tiempos más difíciles, como cuando estuvo recluido en una de las cárceles conocidas como Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).
"Nunca deseé vivir fuera de Cuba. Cuando a los dos años de ser sacerdote (1966) fui llamado a campos de trabajo donde pasé ocho meses, no soñé en ese tiempo con irme", dijo el Purpurado de 74 años, durante la apertura del Seminario Internacional del Programa Diálogo con Cuba el pasado domingo 20.
El Cardenal Ortega se refirió a las UMAP, que fueron campos de trabajos existentes entre 1965 y 1968, a donde eran enviados jóvenes religiosos, homosexuales, vagos y otros calificados como incapaces de encarnar el modelo del "revolucionario".
"Cuando me dieron la baja y llegué a mi casa, mi padre me esperaba con un viaje a España que él había conseguido para que me fuera a vivir allí. Todo el que salía de aquellos campos tenía facilidades del Gobierno para abandonar el país. Le dije a mi padre que no me iría", recordó el Purpurado.
El Cardenal Jaime Ortega es actualmente mediador del proceso de liberación de presos políticos iniciado en julio de 2010, fruto del diálogo entre la Iglesia y el Gobierno comunista.
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