ROMA,
La diputada Sherry Rehman del Partido Popular de Pakistán fue acusada formalmente de blasfemia, tras presentar una propuesta ante el Parlamento para modificar la Ley de Blasfemia.
Según informó Radio Vaticana el 17 de febrero, el Tribunal de Multan aceptó el pedido de un comerciante local que denunció a la diputada por un discurso que ofreció en noviembre pasado en el que sugiere introducir cambios a la legislación y que fue visto por televisión.
Rehman había recibido varias acusaciones pero el resto de tribunales pakistaníes no autorizaron las denuncias.
La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal inspiradas directamente en la Shariah –ley religiosa musulmana– para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán. La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el castigo suponer el juicio inmediato y la posterior condena a prisión o muerte del acusado.
La ley es usada con frecuencia para perseguir a la minoría cristiana, que suele ser explotada laboralmente y discriminada en el acceso a la educación y los puestos de función pública.
La comunidad cristiana vive "una profunda angustia y confusión", según informó Fides, no se define correctamente la "blasfemia", se puede incriminar a cualquiera que no esté de acuerdo con esta ley, y al mismo tiempo los extremistas islámicos invitan abiertamente a la "guerra santa", a la desobediencia civil y al homicidio.
Muchos mullah utilizan el sermón de los viernes para transmitir mensajes hostiles para acrecentar la tensión social e interreligiosa, incluso algunos piden "el uso de la bomba atómica nuclear contra la India, en nombre de la guerra santa en la región de Cachemira", según informó la Comisión Asiática de Derechos Humanos a Fides.