VATICANO,
Al presidir el Ángelus de este domingo, el Papa Benedicto XVI alentó a los fieles a ser santos como Dios, amando a todos incluso a los enemigos y a quienes los persiguen, porque esa es la voluntad del Señor.
"¿Pero quién podría llegar a ser perfecto? Nuestra perfección está en vivir con humildad como hijos de Dios cumpliendo concretamente su voluntad".
El Papa se refirió luego a la exhortación que hace Jesús en el Evangelio de "amar a los enemigos y rezar por quienes os persiguen" y señaló que "quien acoge al Señor en la propia vida y lo ama con todo el corazón es capaz de un nuevo inicio. Logra cumplir la voluntad de Dios y realizar una nueva forma de existencia animada por el amor y destinada a la eternidad".
En la segunda lectura de este domingo, prosiguió, San Pablo afirma que el hombre es templo del Espíritu de Dios: "si somos verdaderamente conscientes de esta realidad y esto se plasma profundamente en nuestra vida, entonces nuestro testimonio se hace claro, elocuente y eficaz.
"Gran cosa es el amor –leemos en el libro de la Imitación de Cristo– un bien que hace ligera toda cosa pesada y soporta tranquilamente toda cosa difícil. El amor aspira a salir en alto, sin entretenerse con cosas terrenas. Nace de Dios y solo en Él puede encontrar reposo".
Benedicto XVI dijo luego que el martes 22 de febrero la Iglesia celebra la fiesta de la Cátedra den San Pedro, a quien Cristo "confió la tarea de Maestro y Pastor para la guía espiritual del pueblo de Dios, para que pueda llegar al Cielo. Exhorto por ello a todos los pastores a asimilar ese nuevo ‘estilo de vida’ que ha sido inaugurado por el Señor Jesús y ha sido propio de los Apóstoles".