VATICANO,
En la presentación esta mañana del balance del Año Paulino celebrado entre junio de 2008 y junio de 2009, el Cardenal Andrea Cordero Lanza de Montezemolo, dijo que este jubileo fue un tiempo de gracia durante el cual "se superaron todas las previsiones".
En la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Cardenal Arcipreste Emérito de la Basílica de San Pablo de Extramuros dijo que en el Año dedicado al Apóstol San Pablo "hubo muchas iniciativas como la restauración de parte del templo, nuevas áreas de servicio para facilitar las peregrinaciones, se creó una zona para la administración del sacramento de la Penitencia, etc."
Además, añadió, los peregrinos y visitantes pudieron ver por primera vez el sarcófago del Apóstol Pablo.
Por su parte el actual Arcipreste de la Basílica de San Pablo de Extramuros, Cardenal Francesco Monterisi, resaltó el "influjo espiritual" del Año Paulino no solo en la Iglesia, sino también en las distintas confesiones cristianas.
En la clausura del jubileo, recordó, el Papa Benedicto XVI manifestó el deseo de que "los frutos de este tiempo tendrán que seguir desarrollándose, sobre todo en la Basílica de San Pablo Extramuros".
A su turno, Gianfranco Marcelli, subdirector del diario de la Conferencia Episcopal Italiana Avvenire, resaltó que los observadores "concordaban en la constatación de que durante el Año Paulino hubo una concentración, como quizá nunca antes, de momentos extraordinarios desde el punto de vista ecuménico".