PARIS,
La Conferencia Episcopal de Francia (CEF) rechazó la manipulación del primer "bebé-medicamento" del país, concebido a través de la fertilización in vitro y la selección genética, y cuyo destino es curar a su hermano mayor.
El pequeño Umut Talha, cuyo nombre en turco significa esperanza, nació hace unos días con un peso de 3 kilos 650 gramos en el Hospital Antoine Béclère en París. Fue "diseñado" para curar a uno de sus hermanos de una enfermedad genética grave, la beta-talasemia, causante de la anemia, y que exige repetidas transfusiones de sangre.
El bebé nació luego de un doble diagnóstico genético preimplantacional que permite la selección de los embriones –incluyendo el aborto de los que los especialistas consideren "no aptos" – para que el bebé nazca sin la enfermedad y puede convertirse en donante compatible para sus hermanos.
En el futuro, a través de las células extraídas del cordón umbilical de Umut Talha, se podrá realizar el trasplante que permitiría la cura del hermano mayor.
Sobre este caso, los obispos franceses recordaron en un comunicado del 9 de febrero que "querer curar a un hermano por humanidad hace honor al hombre" y "acompañar en el sufrimiento a los padres que tienen un hijo gravemente enfermo es un deber de la sociedad".
Los prelados comprenden la tristeza de los padres y su esperanza en la medicina, pero "legalizar el uso de los seres humanos más vulnerables para curar a otro no es digno del hombre. Concebir un hijo para utilizarlo –aunque sea para curar a otro ser humano– no es respetuoso con la dignidad".