ROMA,
El presidente de la Comisión para el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal de Indonesia, Mons. Petrus Canisius Mandagi, dijo que "las minorías religiosas han sido abandonadas sin ningún tipo de protección por parte del Estado", al que pidió detener la violencia de los fundamentalistas islámicos.
El Prelado dio estas declaraciones a la agencia Fides un día después de que más de mil 500 extremistas islámicos atacaron dos templos protestantes y una iglesia católica en la ciudad de Temanggung (Indonesia), porque un tribunal condenó a cinco años de cárcel y no a muerte a un cristiano que habría violado la controvertida ley de blasfemia.
Actualmente hay policías custodiando las iglesias cristianas para impedir nuevos actos de violencia, pero fuentes cercanas a Fides indicaron que existen "serias preocupaciones y temores en la comunidad cristiana en Semarang, en (la capital del país) Yakarta, pero también en otras ciudades del archipiélago" que forma Indonesia.
Por su parte el Frente de Defensa Islámico negó estar involucrado en los disturbios del martes. Asimismo, el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, criticado por la inacción de la policía, se comprometió públicamente a defender la libertad de religión.
Raíz de la violencia