BOGOTÁ,
Mons. Julio Cesar Vidal Ortiz, Obispo de Montería (Colombia), ubicada a 807 kilómetros al norte de Bogotá en la costa atlántica, manifestó que confía en que la Iglesia pueda ayudar a la eventual entrega de las Bandas Criminales (Bacrim) a las autoridades colombianas.
En declaraciones a la prensa durante la 90° Asamblea del Episcopado colombiano, que se realiza hasta el 11 de febrero en Bogotá, el Obispo de Montería afirmó que los miembros de las Bacrim "no quieren una situación similar a la de México, solo quieren que la Iglesia les ayude a abrir un espacio para entregarse al Gobierno".
Las Bacrim agrupan a varias organizaciones delincuenciales del país fuertemente vinculadas con el narcotráfico, entre mafias, grupos paramilitares y bandas de delincuencia común que se habrían asociado tras la desactivación de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC-paramilitares), en 2006.
Las AUC nacieron como una organización al margen de la ley y supuestamente en contra de grupos terroristas como las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Su líder más conocido fue Carlos Castaño, asesinado en 2004. Bajo su mando las AUC cometieron múltiples asesinatos, justificándolos en muchos casos como acciones contra la delincuencia. Tras operar desde 1997, iniciaron un proceso de desactivación en acuerdo con el gobierno colombiano y entidades internacionales el 2006.
El Obispo de Montería dijo además que no se ha reunido con los líderes de las Bandas Criminales, pero éstos han "mandado comunicados y han expresado varias veces su deseo para que la Iglesia les ayude a entregarse al Gobierno con dignidad".