PARIS,
Tras el rechazo del senado francés a una ley que pretendía legalizar la eutanasia el 25 de enero, el Obispo de Montauban, Mons. Bernard Ginoux, señaló que "no es necesario invocar la fe católica para afirmar que el ‘derecho’ a matar es contrario al principio de humanidad".
En una reflexión publicada en el diario francés La Croix este 26 de enero tras el rechazo del senado francés por 170 votos contra 142 al proyecto de ley denominado "Asistencia medicalizada para la muerte", Mons. Ginoux recuerda que en este tema "se trata del ser humano, del respeto a toda vida humana. Ningún hombre puede asesinar deliberadamente".
Para el Obispo "allí donde la ley permite matar, otorga a los seres humanos un poder absoluto sobre otros, los más débiles e indefensos. El hecho de que lo haga un equipo en un hospital, con especialistas incluidos, no cambia nada. La medicina está hecha para curar y los que curan no pueden convertirse en asesinos".
"¿Qué confianza podría tener el paciente al final de la vida? Los defensores de la eutanasia afirman que si el hecho fuera legal, los que curan no tendrían escrúpulos de conciencia. Sin embargo, se debe recordar que un acto de muerte siempre es un peso para aquel que lo comete".
Recordando luego su servicio como capellán en diversos hospitales, el Prelado señala que "son muy escasas las personas que piden realmente morir".
"Cada vez que los cuidados paliativos –todavía insuficientes– y el entorno toman en cuenta la necesidad de ser acompañados, y así procuran una asistencia justa, la vida ya no parece tan insoportable".