BRASILIA,
Dos obispos católicos de la región serrana del estado de Río de Janeiro (Brasil) informaron sobre el arduo trabajo de solidaridad de la Iglesia ante las lluvias que han cobrado, hasta el cierre de esta edición, la vida de 765 personas.
Según el último boletín de Defensa Civil de Río de Janeiro, difundido este jueves, el municipio de Nova Friburgo tiene 357 muertos, seguido por Teresópolis con 323; Petrópolis, 64 y Sumidouro con 21.
Sobre la labor de la Iglesia ante esta tragedia, el Obispo de Petrópolis, Mons. Filipo Santoro señaló que la situación es dramática pues nunca ha habido tantos muertos en situaciones similares.
Ante la tragedia, el Prelado explica que "no podemos dejar de hablar del hecho que, todos los días, la solidaridad está en todas partes".
Agrega que muchos templos y colegios se están destinando ahora para acoger a los damnificados que han perdido sus hogares. "Es una cadena de solidaridad que no se puede medir. Las personas buscan la mejor forma de hacerlo y ese trabajo se da a través de la unidad y el compañerismo como hemos hecho".
En declaraciones dadas a conocer por el sitio web de la Conferencia de Obispos Católicos de Brasil (CNBB), Mons. Santoro dijo que la Iglesia ayuda a los damnificados "ya sea con campamentos o con barracas, o cediendo casas religiosas para que habiten en ellas".