VATICANO,
Al referirse a la situación de la libertad religiosa en Occidente, el Papa Benedicto XVI dijo que "la religión no constituye un problema para la sociedad, no es un factor de perturbación o de conflicto".
Así lo indicó el Santo Padre en su tradicional discurso anual al Cuerpo Diplomático esta mañana en el Vaticano, ante quienes resaltó que la Iglesia Católica "no busca privilegios, ni quiere intervenir en cuestiones extrañas a su misión, sino simplemente cumplirla con libertad. Invito a cada uno a reconocer la gran lección de la historia".
"En este sentido, la figura de la Beata Madre Teresa de Calcuta es emblemática: el centenario de su nacimiento se ha celebrado en Tirana, en Skopje, en Pristina, así como en India; le han rendido un vibrante homenaje, no sólo la Iglesia, sino también las autoridades civiles y los jefes religiosos, sin contar personas de todas las confesiones. Ejemplos como el suyo muestran al mundo cuánto puede beneficiar a la sociedad el compromiso que nace de la fe".
El Papa exhortó luego a que "ninguna sociedad humana se prive voluntariamente de la contribución fundamental que constituyen las personas y las comunidades religiosas. Como recuerda el Concilio Vaticano II, la sociedad, asegurando plenamente a todos la justa libertad religiosa, podrá así gozar ‘de los bienes de la justicia y de la paz que dimanan de la fidelidad de los hombres a Dios y a su santa voluntad’".
Religión es esencial en la vida pública