VATICANO,
El Papa Benedicto XVI hizo un especial llamado a China y a Cuba para que defiendan la libertad religiosa y recordó de manera especial a las comunidades católicas que en estos países llevan una vida social "difícil y a veces incluso insegura".
En su discurso anual al Cuerpo Diplomático acreditado en el Vaticano, el Santo Padre señaló que "en diversos países en que la Constitución reconoce una cierta libertad religiosa, la vida de las comunidades religiosas se hace, de hecho, difícil y a veces incluso insegura".
Esto sucede "ya que el ordenamiento jurídico o social se inspira en sistemas filosóficos y políticos que postulan un estricto control, por no decir un monopolio, del Estado sobre la sociedad".
Desde la Sala Regia del Palacio Apostólico en el Vaticano, el Papa dijo que "es necesario que cesen tales ambigüedades, de manera que los creyentes no tengan ya que debatirse entre la fidelidad a Dios y la lealtad a su patria. Pido de modo particular que todos garanticen a la comunidad católica la plena autonomía de organización y la libertad de cumplir su misión, conforme a las normas y estándares internacionales en este ámbito".
"En este momento, mi pensamiento vuelve de nuevo a las comunidades católicas de China continental y a sus Pastores, que viven un momento de dificultad y de prueba".
Benedicto XVI también se dirigió a "las autoridades de Cuba, país que en 2010 ha celebrado los 75 años de sus relaciones diplomáticas ininterrumpidas con la Santa Sede, para que el diálogo que felizmente se ha instaurado con la Iglesia se refuerce y amplíe todavía más".