REDACCION CENTRAL,
El Arzobispo de Lahore, Mons. Lawrence Saldanha, deploró el asesinato del gobernador de Punjab, Salman Taseer, y consideró que este hecho confirma que los extremistas están ganando terreno en Pakistán.
En diálogo con ACI Prensa, el Prelado explicó que Taseer no violó ley alguno sino que cuestionó la polémica Ley de Blasfemia, era un "firme defensor" de los derechos de las minorías y se enfrentó a los grupos extremistas.
"Los cristianos están profundamente conmocionados y perturbados por la muerte de un líder de tan alto perfil", señaló Mons. Saldanha en una entrevista concedida el 6 de enero.
"Salman Taseer no rompió ninguna ley, sólo puso en duda la validez de la presente ley, calificándola de una ‘ley hecha por el hombre’, que podría ser cambiada. Por eso lo mataron", explicó.
El martes 4 de enero, Taseer fue asesinado a tiros por su guardaespaldas, enfurecido por la oposición del gobernador a la estricta Ley de Blasfemia. El gobernador había pedido un indulto para Asia Bibi, una madre cristiana condenada a muerte bajo esta legislación.
El 6 de enero un grupo de abogados, líderes religiosos y partidarios ofrecieron una bienvenida al asesino de Taseer en los tribunales con un baño de pétalos de rosa y una guirnalda de flores alrededor de su cuello. Para Mons. Saldanha, esta recepción es "vergonzosa" y muestra "la mentalidad de fanatismo religioso que prevalece en el Pakistán de hoy".