VATICANO,
En su homilía de la Misa por la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Papa Benedicto XVI resaltó que Dios no es un rival del ser humano, "no quita nada ni lo amenaza" sino que "es el único capaz de ofrecernos la posibilidad de vivir en plenitud, de probar la verdadera alegría".
En la Basílica de San Pedro y ante los fieles presentes, Benedicto XVI reflexionó sobre lo que representa el rey Herodes, que a diferencia de los Reyes Magos no quiere adorar al Niño Dios, sino acabar con Él porque lo considera una amenaza que puede privarlo del poder y de "todo aquello que desea".
"¿Tal vez también nosotros estamos ciegos ante sus signos, sordos a sus palabras, porque pensamos que pone límites a nuestra vida y no nos permite disponer de nuestra existencia a nuestro propio gusto?", cuestionó el Papa.
"Queridos hermanos y hermanas, cuando vemos a Dios de este modo terminamos por sentirnos insatisfechos y descontentos porque no nos dejamos guiar por Aquel es el fundamento de todas las cosas".
Seguidamente el Papa alentó a "eliminar de nuestra mente y de nuestro corazón la idea de la rivalidad, la idea que dar espacio a Dios es un límite para nosotros mismos, debemos abrirnos a la certeza que Dios es al amor omnipotente que no quita nada, no amenaza, sino que es el Único capaz de ofrecernos la posibilidad de vivir en plenitud, de probar la verdadera alegría".