BARCELONA,
"La Navidad debiera hacernos a todos más humanos, más solidarios con los que pasan hambre y sed, con los enfermos y los pobres", afirmó el Arzobispo de Barcelona, Cardenal Lluís Martínez Sistach en su carta semanal, el 19 de diciembre.
Estas fiestas contienen también "un mensaje profundamente humano", pues "la vocación de la persona humana es sobre todo el amor, el amor recibido y el amor ofrecido" y así, sólo en la experiencia del amor "el hombre puede hallar el sentido más profundo de su vida".
El Cardenal remarcó que la Navidad "nos dice sobre todo que Dios no es el antagonista del hombre, sino que es el amigo del hombre" pues, como señaló el Papa Benedicto XVI, Dios Padre "envió al mundo a su Hijo Jesucristo, con la finalidad de que nadie se pierda, sino que todos tengan vida eterna".
Tal como lo indicó Benedicto XVI en su reciente visita a España, la Navidad también se trata de "globalizar el amor", señaló el Cardenal Martínez Sistach, pues "es una fiesta de solidaridad, ya que es la manifestación de un Dios solidario con el mundo".
El Arzobispo de Barcelona recordó que el Papa, en su visita a Santiago de Compostela, indicó que las personas deben aprender a "abrazar a sus hermanos, descubriendo en ellos la imagen y la semejanza divina, que constituye la verdad más profunda de su ser y que es el origen de la genuina libertad".
Una "Navidad solidaria" nos exige acercarnos a aquellos que sufren, "especialmente en estos momentos de serias dificultades económicas", finalizó el Cardenal.