LIMA,
Este martes 14 de diciembre se presentó el libro "La herencia de la Riva Agüero: Que la verdad se haga luz e ilumine las tinieblas" del abogado Natale Amprimo Plá, que documenta los argumentos históricos y las piezas jurídico-legales fundamentales para entender el diferendo legal de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) con el Arzobispado de Lima, y que en marzo pasado el Tribunal Constitucional del Perú resolviera a favor del Arzobispado de Lima.
En marzo de 2007, la PUCP presentó una acción de amparo en el Poder Judicial contra Walter Muñoz Cho, representante del Arzobispado de Lima en la Junta de Administración de la casa de estudios, desconociendo la voluntad de José de la Riva Agüero quien en su testamento de 1938 cedió los terrenos en los que ahora está la PUCP, para construir en ellos una universidad católica con la condición expresa de que en la citada junta establecida a perpetuidad estuviese siempre representado el Arzobispado de Lima.
El 17 de marzo de este año, el Tribunal Constitucional declaró infundado el recurso de la PUCP y reconoció el derecho del Arzobispado a intervenir en la administración de la universidad.
La Junta de Administración de la PUCP funcionó durante 50 años velando por la buena administración de la citada herencia, pero en 1994 sus integrantes Salomón Lerner, entonces rector de la PUCP, y Carlos Valderrama, nombrado por el entonces Arzobispo de Lima, "convinieron en que la intención de Riva Agüero los conducía a acordar que la Universidad debería ser quien administrara sus bienes, y que la junta sólo administraría las mandas testamentarias".
El libro de Amprimo –asesor principal del Arzobispado de Lima ante el Tribunal Constitucional en su diferendo con la PUCP– es una recopilación histórica que detalladamente explica el proceso del diferendo entre la PUCP y el Arzobispado de Lima.
"Se pone a disposición de los lectores los textos que han sido interpuestos por las actuales autoridades de la universidad, los que fundamentalmente pretendían, a través de una interpretación sesgada de los testamentos de su mayor benefactor, alcanzar el objetivo de eliminar su última voluntad respecto a los bienes que dejó en el sentido que éstos, si bien serían de propiedad de la universidad, serían administrados por una Junta perpetua e insubstituible", señaló el abogado.