SANTIAGO,
El Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena (CECH), Mons. Ricardo Ezzati, dijo que el incendio en la cárcel de San Miguel, que dejó 81 muertos, es una "dolorosa tragedia para el país" y pidió al Gobierno incluir con urgencia el problema penitenciario "en la agenda de las decisiones".
El Prelado emitió un comunicado luego del incendio ocurrido en la cárcel de San Miguel, en Santiago de Chile, que sucedió en medio de una pelea entre internos y que dejó 81 muertos y 14 heridos graves. El recinto tiene capacidad para 900 reclusos, pero alberga a 1900.
"Los obispos lo hemos dicho con claridad cuando presentamos, en julio pasado, nuestra propuesta de indulto, con motivo del Bicentenario. Pedíamos, en esa ocasión, un esfuerzo conjunto de todos los sectores, para tener un sistema penal y carcelario más humano", recordó Mons. Ezzati al denunciar el hacinamiento que existen en las cárceles.
El Prelado pidió que este problema ingrese con urgencia a la agenda de decisiones de las autoridades, porque además de la sobrepoblación, los penales son con frecuencia hábitats violentos y deshumanizantes que no permiten la rehabilitación de los reclusos.
El Presidente de la CECH dijo que el país "debe saber con claridad las causas de esta tragedia y también las condiciones de indignidad en la que viven muchos reclusos".
Indicó que la Iglesia alienta al Ministerio de Justicia a concretar los anuncios hechos hace un mes para "mejorar notablemente el estado de vida de los encarcelados. Aún no es tarde para recoger el propósito fundamental de nuestra propuesta".