ROMA,
El Arzobispo caldeo-católico de Kirkuk, Mons. Louis Sako, denunció que tras el asesinato –presuntamente obra de Al Qaeda- de una pareja de ancianos esposos cristianos en Bagdad este fin de semana, hay un clima de caos, miedo y confusión entre esta comunidad en Irak.
En declaraciones a Radio Vaticana, Mons. Sako agradeció las palabras de cercanía que el Papa Benedicto XVI tuvo hacia Irak durante el último rezo del Ángelus dominical al pedir que cese la violencia en todo el mundo.
Para el Arzobispo, el Pontífice es "verdaderamente un padre que siente el dolor de sus hijos e hijas. La situación es bastante fea para cristianos y musulmanes" en Irak ante los constantes atentados.
En el caso de la pareja de ancianos asesinados, relata el Arzobispo, "se trata de dos cristianos, Hikmat Sammak y su esposa Samira, que habían vendido la casa y se habían ido a vivir al norte. Habían vuelto a Bagdad por dos días para completar las gestiones y vender lo que les quedaba".
"Algunos criminales entraron en la casa y los acorralaron. Es algo que atemoriza, no tiene nada de humano ni religioso. Somos una minoría y cuando un cristiano es secuestrado o asesinado toda la comunidad comienza a tener miedo. No sabemos hacia dónde va el país", añade.
Volviendo al llamado del Papa para poner fin a la violencia, Mons. Sako dijo que el Pontífice es "una voz en el desierto que es muy importante porque en el desierto estamos solos, su voz es de gran apoyo y esperanza, como una luz en medio de la noche. Esta voz, la voz del Santo Padre, la voz de Dios en la oración y el servicio, nos da fuerza pero en lo cotidiano necesitamos la ayuda de una fuerza internacional. Irak necesita ayuda".