VATICANO,
Al recibir esta mañana las cartas credenciales del nuevo Embajador de Hungría ante la Santa Sede, Gábor Gyorivanyi, el Papa Benedicto XVI explicó la urgencia de defender y promover el matrimonio y la familia, y precisó que "la Iglesia no puede aprobar iniciativas legislativas que impliquen una valorización de modelos alternativos de la vida conyugal y familiar".
En su discurso en alemán y tras recordar que "el matrimonio y la familia constituyen un fundamento decisivo para un sano desarrollo de la sociedad civil, los países y pueblos", el Santo Padre advirtió que las leyes que promueven modelos alternativos de vida conyugal y familiar "contribuyen al debilitamiento de los principios del derecho natural y a la relativización del conjunto de la legislación y de la conciencia de los valores en la sociedad".
El Papa recordó entonces que "Europa dejaría de ser Europa si esta célula básica de la construcción social (la familia natural) desapareciera o se transformase sustancialmente".
Por ello y refiriéndose al proyecto de la nueva constitución húngara, Benedicto XVI auspició que se inspire "en valores cristianos, en modo particular por lo que concierne al lugar del matrimonio y de la familia en la sociedad y la protección de la vida".
El Papa dijo luego que tras la reanudación de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la República de Hungría en 1990, "se ha establecido una confianza nueva de cara al diálogo activo y constructivo con la Iglesia Católica", y manifestó su esperanza en que "las profundas heridas de la visión materialista del hombre, que se adueñó de los corazones de la comunidad de los ciudadanos de su país durante casi 45 años, se sigan curando en un clima de paz, libertad y respeto de la dignidad humana".
"La fe católica es, sin duda, parte de los pilares básicos de la historia húngara. Cuando, en el lejano año 1000, el joven príncipe húngaro Esteban recibió la corona real que le envió el Papa Silvestre II, con ella iba unido el mandato de otorgar a la fe en Jesucristo espacio y patria en esa tierra", recordó el Santo Padre.